Madrid: una década
25 MARZO 2016

Anoche hacía una noche preciosa
en la capital, Madrid, la ciudad que me ha visto madurar. Paseando con mi
pareja, con menos transeúntes de lo habitual, iluminados por una luna llena
rebosante de energía, sentía el agradecimiento por cuanto aquí he aprendido. Agosto
de 2005 fue la fecha en la que llegué, me trajo mi padre, con el coche lleno de
maletas y hasta una mesa de estudio, si no recuerdo mal. Llena de ilusiones y
esperanza por alcanzar lo que deseaba, ser libre y bailar.
Y anoche sonreí, tranquila, de la mano de quien me da su amor, su apoyo y confianza día a día. Observé esa Gran Vía madrileña, que aun estando la ciudad más tranquila por ser Semana Santa, seguía abarrotada de compradores compulsivos obsesionados con gastar más de lo que en realidad quieren. Y me acordé de aquellos primeros años de mi vida madrileña, en los que los domingos las tiendas cerraban sus puertas para dar paso a un día semanal de paseos placenteros en las calles más comerciales, prácticamente vacías. ¡Qué gusto daba! Gran Vía, Preciados, Carmen, Carretas, Fuencarral sin apenas viandantes, ¿os lo podéis imaginar? Los que salíais a merodear los domingos de aquella época, seguro que sí... Nostalgia... Sí, un poco...